jueves, diciembre 22, 2005

Con menor ritmo

Luego de media semana con angustias acerca de la última materia de mi seminario, y habiendo dado mi último examen en lo que concierne a la obtención de mi primer título universitario, suelto la pluma, me lanzo de espaldas al ritmo normal del caminar y dejaré desarrollar(es que siempre tengo que mantener mi mente ocupada) un poco de meditación.

A diferencia de tan sólo pensar, la meditación va más allá. En mi caso, encierra poder descifrar el por qué de las cosas y de las situaciones, qué las llevo a que sucedan; hubiese cambiado la historia si se reaccionaba diferente? Cuánto? nos hubiera afectado de buena o mala manera? Qué nos queda? qué nos sobra? Qué nos falta? Qué nos intranquiliza? Qué deseamos? Con qué soñamos? Quién nos oye y quién nos escucha? A quién conocemos y a quién no?

Nuestra fuerza, nuestra energía, nuestra fórmula para hacernos únicos, es lo que nos hace indispensables en la vida. Que en una empresa nadie es indispensable? Claro que nadie lo es, pero esto es un poco más amplio. En la vida existen personas que, sin imaginarlo bajo el más riguroso estudio previsto, han llegado a impactarnos de manera asombrosa. Para mí, las personas más importantes, son las que te han ayudado; las que han ocasionado una mejora en ti, las que te llenan de alegría y paz tan sólo con verlas.

Pudiera nunca terminar estas líneas, pero debo ser considerada con sus pupilas.
El mensaje de todas estas letras es:
Conózcanse.. para que sepan lo que pueden brindarle a sus vidas.
Yo? no lo hubiera podido hacer sin haber conocido a alguien más

Volvamos a nacer...